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Entrevista Adrián Navarro El actor de "Montecristo" protagoniza la película de Javier Torre, "El derrotado".

Adrián Navarro entra a un bar del barrio de Constitución con unas gafas oscuras. En un gesto, de los vidrios se le escapan las cejas. Citó al periodista a un bar tranquilo, pero en el fondo rugen veinte adolescentes despachando las preguntas que sus padres les dictaron para un careo con el coordinador que quiere venderles el viaje de egresados a Bariloche. Navarro, al fin descubre al periodista y lo señala: por un momento uno podría pensar que lo apunta como el responsable de la pequeña catástrofe. Pero no,
Navarro se sienta y saluda amable.

¿Qué es ser un actor serio?
Supongo que son los actores que no se ríen, los más antipáticos.

Mejor dicho: son todos actores que están así con cara de no te muestro los dientes (pone gesto de serio). La pregunta sería, ¿cómo llamamos al que no es serio? ¿Usted convenció a su hijo de trabajar juntos en "El derrotado"? No, Facundo me convenció a mí.

Un día estaba leyendo el guión y me quedé dormido, entonces él lo agarró y lo leyó, al otro día me dice que mi personaje tenía un hijo y qué él lo quería hacer.

¿Vos le respondiste enseguida que sí?
 Le dije que no. Pero después me dijo, "¿por qué no puedo tener la oportunidad?, ¿vos sólo podes ser actor?" Y se puso a llorar. Luego siguió: "sos un mentiroso, siempre decís que la actuación es un juego y yo también quiero jugar". Yo no sabía si Javier Torre, el director,
tenía el personaje de mi hijo. Así que le transmití la inquietud y lo invitó a que participe del casting. Mi hijo participó, habló Javier con él y no dudó en decirme que lo veía perfecto para el personaje de mi hijo en la película. Está bien, si es mi hijo en algo se va parecer a mí, eso no tiene nada de novedoso. Pero de
repente, cuando ensayaba en mi casa, me decía, "este chico acá está triste, su mamá lo abandona".

Le agradezo a Javier que respetó todo lo que le pedí. Luciano nunca faltó al colegio y sólo trabajó dos horas por día en el rodaje.

¿Por qué los actores menosprecian las telenovelas? 
No es mi caso, trabajé en Montecristo y en Vidas robadas y me parecen dos trabajos muy importantes. Ambas telenovelas activaron casos reales. Yo me siento orgulloso de eso.

fuente: www.clarin.com/espectaculos/cine/Sueno-dirigir_0_467353450.html
ENTREVISTA CON ADRIÁN NAVARRO

Por Majo García Moreno

El actor interpreta a un ludópata en la última película de Javier Torre, El derrotado, que se estrena mañana y en la que comparte cartel con Romina Gaetani y Rafael Ferro. Alejado de la TV, escribe un largo y dice que aprende con las críticas.

Caballos, dados, cartas. La vida de Julio está atravesada por las apuestas y cualquier otro vínculo o actividad queda reducido a nada cuando de jugar se trata.
El derrotado, la última película de Javier Torre (Impunidad, Vereda tropical) basada en un libro de su padre, Leopoldo Torre Nilsson, indaga en la vida de un jugador empedernido, interpretado por Adrián Navarro, quien a raíz de esta enfermedad descuida su trabajo, a su hijo, a su mujer (Romina Gaetani) y todo lo que lo rodea, sumiéndose en un miserable destino.

–Imagino que para preparar el personaje fuiste al Hipódromo varias veces.
–Sí, nunca había ido antes, pero a partir de esto empecé a jugar. (Risas). Fui varias veces para empezar a trabajar en este personaje, quien por el juego descuida los valores más preciados que uno puede tener, como la familia y sus relaciones. En el hipódromo vi personajes interesantes para poder imaginar y recrear el propio. Julio tiene la ilusión de todo jugador que cree que se va a salvar.

– La película transcurre en los ’50 ¿Cómo trabajaste los tonos y modos de la época?
–Acudo siempre a la imaginacion y a la confianza en lo que imagino, sino, no se puede llevar adelante. Yo ya había hecho Ay Juancito (2004), que era de época y había estudiado mucho así que ese momento de la historia lo conocia bastante bien.

–Julio es un personaje que nunca deja de sufrir...
–Yo creo que no toma conciencia de lo que está perdiendo. Sabe a que hora sale la carrera, tiene un registro y un conocimiento de la revista de juego más que la revista misma, pero no tiene una gota de suerte. El juego es azaroso. Yo iba al hipódromo y me decían: “Esta es la fija” y yo decía “¿Cómo saben?”. A menos que esté la carrera comprada, si no es imposible... pero así es.

–¿Y apostabas a la fija?
–Sí, jugué un par de veces y gané sólo una vez, pero apostaba muy poquito. Yo creo que la ganancia no está en el juego si no en el trabajo y en saber vivir la vida.

–¿Cómo vivís este protagónico?
–Estoy muy ansioso. No vi como quedó al final, si no un armado anterior y sé que sufrió algunas modificaciones para mejor. Voy a ir para el estreno.

–¿Sos de meterte en funciones para el público en general?
–No, sólo lo hice en Juancito, pero nunca más. Era mi primera peli y estaba muy entusiasmado, ahora estoy más tranquilo. Igual cuando fui no observé al publico sino la película. No me da curiosidad el público porque en cine, en una sala oscura, no podes percibir mucho. Sería como estar espiando y no me gusta espiar.

–¿Y con las críticas como te llevas?
–Bien. Yo me doy cuenta cuando hago un buen trabajo, uno malo o uno que es un horror y soy muy respetuoso de la opinión de los demás. Aprendo de las observaciones del otro, a veces te dicen cosas que uno no habia visto, o marcan algo que uno no se había dado cuenta y eso enriquece.

–¿Cómo sigue tu año?
–Se va estrenar otra peli que hice, La patria equivocada con Juanita Viale y tengo otras propuestas de cine. Además estoy escribiendo una peli.

–¿Y como ves la tele como espectador?
–No miro mucho. Deje de ver tele hace bastante, porque el tiempo que tengo lo dedico a mi familia, a mis gustos personales, a sentarme a leer tranquilo. No estoy muy atento a la tele, ni a la radio, ni a los diarios. Escucho un poco a Victor Hugo a la mañana, a Mario Pergolini y voy al cine o al teatro.